¿Cuáles son los distintos tipos de bioestimulantes?
Conocimiento

Cada vez más cultivadores de todo el mundo están adoptando el uso de bioestimulantes en sus prácticas de producción. La agricultura y los agricultores se enfrentan a retos cada vez mayores para reducir el impacto medioambiental de la producción y utilizar los recursos disponibles de forma más eficiente. Con el aumento de la investigación y la innovación en torno a la tecnología de los bioestimulantes, su potencial para mejorar el crecimiento, el rendimiento y la calidad de los cultivos se ha convertido en una herramienta más atractiva y fiable para los agricultores.
Un enfoque más tradicional para mejorar la calidad y el rendimiento de los cultivos era el uso generalizado de fertilizantes, tanto orgánicos, derivados de fuentes vegetales o animales, como químicos, que son formas sintéticas de nutrientes vegetales o minerales muy extraídos. Aunque su aplicación inicial puede dar la impresión de que las plantas mejoran, su uso excesivo ha provocado grandes daños en el suelo, además de ser una opción cara tanto desde el punto de vista económico como medioambiental (Leer - Cómo los bioestimulantes pueden ayudar a resolver el problema de los fertilizantes).
Pero hay otras formas de conseguir una mejor calidad y rendimiento de los cultivos sin depender tanto de estos costes. Como demuestra la creciente aceptación de los bioestimulantes por parte de los agricultores, para muchos estos productos son la respuesta.
¿Qué opciones tienen los cultivadores que desean aplicar un régimen de bioestimulantes? ¿Cuál es la diferencia entre los distintos tipos de bioestimulantes?
Bioestimulantes microbianos
Los bioestimulantes microbianos y las rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal consisten en la introducción de bacterias no patógenas y hongos micorrícicos en la planta. Éstos se utilizan en la rizosfera, y su presencia puede promover el crecimiento de las plantas y aumentar la productividad del suelo. Algunas de las bacterias más utilizadas son Bacillus, Arthrobacter, Rhodococcus, Enterobacter y Rhizobium. Sin embargo, para las aplicaciones agrícolas, los microorganismos deben seleccionarse cuidadosamente. Hay que tener en cuenta el impacto tanto de los microorganismos autóctonos como de la introducción de microorganismos no autóctonos aislados para garantizar que se adaptan a las necesidades del agricultor y proporcionan los mejores resultados.
Bioestimulantes simples
Estos compuestos consisten en una sola fuente en cada producto, como:
- Extractos de algas marinas. Éstos pueden tener un efecto beneficioso en la activación de los microorganismos nativos del suelo, además de ser una rica fuente de compuestos bioactivos.
- Proteínas hidrolizadas. Se obtienen de la hidrólisis de material animal y vegetal rico en proteínas y mejoran el crecimiento vegetativo y el rendimiento de los cultivos.
- Aminoácidos. Los aminoácidos favorecen el crecimiento de las plantas y la calidad de la producción incluso en situaciones de estrés ambiental.
- Ácidos fúlvico y húmico. Ambos son sustancias húmicas que suelen resultar de la descomposición de la materia orgánica. Los ácidos fúlvicos suelen encontrarse en la arcilla, la arena y el barro, y los ácidos húmicos, en los suelos, las plantas, las praderas marinas, los hongos y las aguas marinas. Contribuyen a la salud del suelo, hacen que los nutrientes sean más accesibles para las plantas, estimulan el desarrollo de las raíces, ayudan a las plantas a absorber el agua de forma más eficaz y son capaces de modificar la toxicidad de los metales pesados del suelo.
Bioestimulantes complejos
Los bioestimulantes complejos contienen múltiples compuestos de múltiples fuentes. Estos bioestimulantes actúan de forma sinérgica creando un efecto conjunto mayor que los beneficios registrados individualmente. Esto significa que los resultados observados tras la aplicación de bioestimulantes complejos (como los productos Maxstim) es mayor que la suma de cada componente. Las plantas son organismos complejos y a menudo necesitan soluciones complejas para estimular sus complejos procesos metabólicos.
Los productos Maxstim han sido desarrollados para proporcionar este potente efecto sinérgico y ofrecer los resultados más beneficiosos mejorando tanto la calidad como el rendimiento de los cultivos. Nuestra fórmula patentada Amphenox consiste en una combinación única de bioflavonoides y polifenoles capaces de impulsar el crecimiento de los cultivos y la gestión del estrés en todas las etapas de desarrollo de la planta.
Con el uso de bioestimulantes complejos Maxstim, los cultivos han mostrado rendimientos significativamente más altos, mejor resistencia a las enfermedades y al estrés, junto con estructuras de hojas y tallos más fuertes.
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Correo electrónico: tim.cannon@maxstim.com
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